miércoles, 19 de agosto de 2009

Intelectuales revolucionarios

No siempre se creyó que las ideas cambiarían la realidad. El pensamiento clásico estudiaba el cambio, no lo provocaba. El paradigma de las revoluciones era el movimiento de los astros, no los movimientos sociales; éstos eran, muchas veces, modificaciones necesarias sometidas al tiempo cíclico. Fue ya iniciada la Modernidad cuando la revolución cayó a la Tierra y los intelectuales devinieron astros: vanguardia de los nuevos tiempos conciente de su destino humanitario como liderazgo del cambio social. Entonces, por esos tiempos, los centros educativos -con todo y sus posgrados- se volvieron moda, oportunismos necesarios para la acción social, escaleras burocráticas en las pirámides del grupo de los que saben, montículos de iluminados que generosamente debían bajar de su montaña para guiar al pueblo inculto y lerdo en su ascenso al bienestar. Desde entonces se viene presentando, una y otra vez, con cambios ora superficiales ora sustanciales, la figura del intelectual revolucionario. Pero hay tantos modos de ser intelectual revolucionario como variedad de modos posibles de obrar: algunos más finos, otros -y hay que decirlo sin miedo a la palabra- llanamente mediocres y unos más -que el lector tolerante me perdone- simplemente zafios. Entre los últimos podemos encontrar a los secuestradores del Auditorio Justo Sierra. Entre los segundos están muchos, si no es que gran parte, de los universitarios del montón. Entre los primeros, en cambio, los especímenes son raros y contados. Vale la pena hablar, al menos brevemente, de un grupo de esos raros y contados: la generación de 1915.


Demos la palabra a Daniel Cosío Villegas: “la Revolución nos creó, y mantuvo en nosotros por un tiempo largo, largo, la ilusión de que los intelectuales debíamos y podíamos hacer algo por el México nuevo que comenzó a fraguarse cuando todavía no se apagaba completamente la mirada de quienes cayeron a la guerra civil. Y ese hacer algo no era, por supuesto, escribir o siquiera perorar; era moverse tras una obra de beneficio colectivo”. Su obra, hecha a las pausas de los pasos naturales de quienes sí hacen bien las cosas, fue beneficiosa y perdurable. Principalmente la generación de 1915 se dedicó a educar al pueblo mexicano. Lo educó, por un lado, en labor itinerante de difusores del saber. Iban y venían por los barrios haciendo lecturas públicas, convocando a quienes no leen a acercarse a la lectura. Muy pronto, por una de esas coincidencias afortunadas que tiñen momentos de la historia patria con la hechura dedicada de los hombres de bien y no de los asesinos que conforman la heroicidad de nuestro imaginario, conformaron el sagaz movimiento de las juventudes vasconcelistas; publicaron miles de libros, los regalaron, enseñaron a leer a los destinatarios del obsequio, promovieron el intercambio de los libros ya leídos y buscaron que se siguiera editando, distribuyendo, enseñando, leyendo e invitando a leer. Lo educó, por otro lado, creando sólidas instituciones que lo fuesen acostumbrando a una vida democrática plena, de política ateneísta, de inteligencia y buen gusto. Así, de la generación de 1915 vienen creaciones tan extraordinarias, y algunas tan contradictorias en su detrito actual, como la CTM, el Banco de México, el Fondo de Cultura Económica y el Colegio de México. Con los mismos objetivos, y desde las mismas personas, se tiene la renombrada autonomía universitaria. Así vivió su ilusión la generación de 1915; sólo más tarde comprendió las limitaciones de su hacer. Eran tiempos de la Revolución y era necesario seguir viviendo, mantener al país de pie, hacer de los mexicanos hombres dignos de esta vida.


Por desgracia no todas las iniciativas intelectuales tienen la altura de miras de la generación de 1915. Las más de las veces, como el caso de los secuestradores del Auditorio Justo Sierra, no tienen la disposición a obrar por el bienestar público en cuanto tal, de buscar la solución concreta a los problemas del momento, de dar respuestas simples y prácticas a nuestros embrollados predicamentos; más bien, los intelectuales revolucionarios que se atrincheran en los espacios secuestrados a la Universidad Nacional están interesados en obrar por el bienestar público subordinado a sus dogmas ideológicos, en sólo aceptar soluciones adecuadas a su credo revolucionario antes que a los problemas del momento, en rechazar las respuestas simples y prácticas que no hayan surgido de su cofrades del evangelio lacandón. Contrarios en más de un sentido a la benefactora generación de 1915, los intelectuales revolucionarios que mantienen secuestrado al Auditorio Justo Sierra nunca atinarían a pensar que es posible hacer algo por el país más allá de exigir revolución o muerte.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Tus reflexiones son reaccionarias. Dices que exigimos revolución, pero no dices cual es NUESTRO concepto de revolución; hablas que tenemos dogmas ideológicos cuando TU eres el que da por sentado cuales son esos dogmas, luego entonces, los dogmas son tuyos.

Tus argumentos caen por si mismos. Que hueva leerte.

Anónimo dijo...

Luego se ve que persigues malas intenciones con este blog. El comunicado que citas http://gladiadoresdejustosierra.blogspot.com/2009/08/si-esto-no-los-enciende-pues-no-se-que.html es de 2008, el comunicado de agosto 2009 lo puedes leer aca

http://www.kaosenlared.net/noticia/mexico-pedazo-universidad-cerrado-autoridad-abierto-luchas-sociales

Que bueno que te enojen nuestros comunicados, estan hechos para que gente de derecha como tu, se caguen.

Ivo Basay dijo...

Gracias por corregirnos con lo del comunicado, no sé cómo se me pasó. Yo fui el responsable de la equivoación con la fecha. Pero eso los deja peor parados compañero porque si el comunicado es del año pasado quiere decir que el documento que ustedes rechazaron como de representatividad ilegítima es probablemente el que venía apoyado por las firmas que recolectaron las autoridades el año pasado; que según sé fueron bastantes y que desaparecieron misteriosamente.

Lo de los dogmas de los que habla Námaste:
Todos están expresados explícitamente en los comunicados de la okupación (y sus múltiples órganos web). Próximamente los expondremos uno por uno. Quizás en la escuela no te enseñaron lo que significa la palabra "dogma" (hay dogmas tanto de izquierda como de derecha; es un ejemplo clásico de dogma de la izquierda (de cierta izquierda) suponer que sólo la derecha tiene dogmas).

Nos gustaría que hicieras explícitas esas "malas intenciones" que dices "ver" claramente.

Gracias por hacernos caso por fin. Aunque nos gustaría que si formas parte de la okupación lo hicieras explícito firmando a nombre de ella. Para que conste que no están totalmente cerrados al diálogo.

Námaste Heptákis dijo...

Anónimo, siempre un gusto responderte.

Y en esta ocasión, tan sólo porque mi humor así lo marca, te responderé usando la mayor cantidad de acentos posibles, porque, aunque tú no lo sepas, hacer las cosas bien -lo cual también incluye escribir bien, es decir, con acentos- se siente bien bonito.
Bueno, voy.

Dices: "Dices que exigimos revolución, pero no dices cuál es NUESTRO concepto de revolución", y eso es cierto, pero no por ello es mentira lo que digo.

Dices: "hablas que tenemos dogmas ideológicos cuando TÚ eres el que da por sentado cuáles son esos dogmas, luego entonces, los dogmas son tuyos", lo cual, de ser cierto, sería como admitir que el doctor que diagnostica sífilis debe tener sífilis por necesidad. No se sostiene Anónimo, piénsalo, te conviene.

Dices: "Tus argumentos caen por sí mismos", lo cual se muestra más cercano a los tuyos que a los míos.

Dices: "Qué hueva leerte". Al menos te provoco hueva, pues me preocuparía que te quedases indiferente y no fingieras esa hueva para ocultar tu enojo.

En el segundo mensaje dices: "Luego se ve que persigues malas intenciones con este blog", si argumentara como tú lo haces, entonces podría decir: dices que persigo malas intenciones con este blog, pero no dices cuál es mi mala intención, luego tú das por sentado mis malas intenciones, luego entonces, las malas intenciones son tuyas. Pero yo no argumento así.

El texto que citas no fue escrito por mi.

Te alegras de que tus textos me enojen, pero nunca he publicado aquí que me enojan (me dan risa, pero eso es otra cosa); argumentando como tú, tendría que decir que el que está enojado eres tú.

Ya por último me dices que tus comunicados están hechos para que gente como yo (dices que soy de derecha, si argumentase como tú... luego entonces, tú eres de derecha; pero yo no argumento así, ya lo dije) "se cague". Si te crees tan mal escritor como para que tus comunicados no ocasionen en mí el efecto que pretenden, sabiendo ya que sí te leo, ¿por qué verter aquí tu coprolalia?

Muchas gracias.

Anónimo dijo...

ves como si entendiste mi argumentación, luego entonces por eso creo que eres consciente de tu mala fe, que por necesidad es consciente, es decir que sabes que la 'información' que difundes es mentira, pero lo peor es que tu mismo la crres. Por eso digo que persigues malas intenciones con tu blog.

estoy de acuerdo con la libertad de prensa y de pensamniento, pero de ahi a tolerar que digas estupideces sin que nadie te responda... -tu dirías lo mismo de los míos, luego entonces no queda más que continuar acentuando la lucha de clases. y es ahí donde no comprendes, en la mesa de discusión sobre el auditorio, no esta solamente el auditorio, sino todo la unam, todo el país, nosotros vamos por todo.

abajo y a la izquierda otro mundo nace ya.

Ivo Basay dijo...

Ay... pues a oídos sordos... ¿qué es "mentira"? ¿Podrías ser más específico? No queremos dar informaciones falsas, la duda es sincera. Si llevamos más de dos meses publicando es porque sabemos que no se trata sólo de desalojar un inmueble. Te sugiero que leas todo lo que hemos publicado, así como nosotros leemos todo lo que encontramos de ustedes, a pesar de la mala redacción y argumentación que impera en sus escritos (como en tu respuesta). Y conste que no estoy juzgando las ideas políticas, sólo su manera de presentarlas.

Atte. Ivo Basay (somos varios los que escribimos aquí, te sugiero seas más atento en los detalles)

P.D. ¿Es estupidez todo lo que no sea sumiso asentimiento?

Ivo Basay dijo...

Por cierto anónimo, seria bueno que invitaras a tus amigos a leer el blog. A menos que creas que de verdad nuestra estupidez es tan intolerable que no merecemos tu valiosa atención y la de tus compinches.

Námaste Heptákis dijo...

Bueno, Anónimo, si tú quieres pueden ir por todo, arriba, abajo, a un lado o al otro, con perros o con gatos; pero eso no quita mi derecho a criticarlos. Ahora bien, que tú entiendas las crítica como lucha y que no puedas distinguir entre la razón y la fuerza no es asunto mío. Me afecta sí, pero no creo poder hacer algo por ti. Sorry my friend.

En cuanto a mis, ¡ay mamita!, malas intenciones, pues creo que sigues siendo tú el que está en el error. Mira, tú dices que se nota mi mala fe porque sí entendí tu argumentación, lo cual sólo sería cierto si entender una argumentación es reconocer la verdad de esa argumentación. Sin embargo, para señalar la falsedad de un argumento es necesario entenderlo, pues de lo contrario es imposible señalar el error. A menos, claro, que creas que no hay error y que por tanto no tengas modo alguno de justificar tu acción. Ergo, actúas por capricho.
Me gustaría que no fuera así, pero tú dirás.

Atentamente, "el malintencionado".

Anónimo dijo...

jajajaja,

pero si todos ustedes contestan igual, parece que pasaron por el mismo kinder, no hay porque contestar a uno u a otro por separado. hasta parece que en serio si se creen sus propias mentiras.

y es claro, queridos lectores, que no compartimos la misma lógica, ni de argumentación, ni de vida con los que escriben en este blog.

su intento de derivar conclusiones en base a lo que suponen que yo creo, es una patraña. se los dije desde el primer comentario. y se los digo ahora. a otro lado con esas perogrulladas.

dicen que confundo lucha con critica, y dices que uds. solo critican, pero lo cierto, es que van y dejan una bola de insultos en nuestra web, en los que se notan esas malas intenciones, que ocultan pero que poco a poco van exaltando -sobre todo cuando alguien les tira tan fácil sus falacias. o sea, que la critica es lucha si las ideas son contradictorias. yo lo afirmo, pero uds. intentan negarlo para seguir escondiendo bajo un falso discurso de dialogo, sus malas intenciones, que por otro lado, en 10 años, no es la primera vez que las conocemos. en la crítica al pensamiento reaccionario como el de ustedes, no puede dejar de estar presente la lucha de clases. su razon es opresora, nuestra fuerza es liberadora.

asi que no hay nada nuevo en su discurso.

asco!! tienes 50 años cabrón. asume tu militancia de derecha. no puedes seguir ocultando ese infantilismo que siempre te ha caracterizado.

Ivo Basay dijo...

Y sigues sin decir cuáles son las malas intenciones, sin decir cuáles son las mentiras y cuáles son los insultos. Es muy fácil decir que alguien está equivocado sin señalar en qué punto y por qué.

Es una lástima para ti que todos tus intentos argumentales se reduzcan a insultos. Y digo que lo es para ti porque sólo te pones en evidencia, a ti y a tu lucha. Que no terminas por aclarar cuál es.

Te gusta repetir "lucha de clases", pero las ideas no se condensan en tres palabras, por algo el señor Karl Marx escribió varios tomos, esperando que alguien los leyera. No para que la gente repitiera sin ton ni son clichés, como periquitos.

Así no hay esperanza de llegar a ningún lado.

Si hicieras explícito lo que crees, en una cadena coherente de proposiciones, no tendríamos que derivar cosas a partir de lo que quizás erroneamente te atribuimos.

Me gustaría mucho que mostraras cuáles son las falacias que has tirado y que repitieras la demostración, haciendo explícito su final con un Q.E.D.

Y bueno, quién no ha avanzado mucho en su forma de pensar desde el jardín de niños difícilmente reconocerá una argumentación seria y mucho menos podrá involucrarse en ella. Por tanto no sabrá reconocer una falacia, ni mucho menos refutarla. Bueno al menos a mi no me enseñaron eso en el jardín de niños, sino en la Universidad.

Ivo Basay dijo...

¡Ah! Y te recomiendo que respondas a mis preguntas, si puedes, pues de otro modo ¿cómo quedaría ante la opinión pública el movimiento del que te has hecho vocero en este sitio si no respondes a las dudas que legítimamente se te plantean?
Allá van otra vez: ¿a cuáles mentiras te refieres? ¿a cuáles insultos? ¿cuáles son los argumentos falaces que nosotros esgrimimos y por qué? ¿cuáles crees que son nuestras malas intenciones?

Respecto a la última, si la mala intención a la que te refieres es el desalojo de los ocupantes te ahorro el trabajo de inventar algo más. Sí es nuestra intención, o más bien nuestro deseo: que dejen libre el auditorio Justo Sierra. Por supuesto que es mala, pero mala para ustedes; no para el resto de la comunidad.

Námaste Heptákis dijo...

Uy, ya me espantó el chiquidrácula, digo Anónimo.

Dice él que nosotros vamos y dejamos una bola de insultos en su web. ¿De veras? Demuéstrame que yo he ido allá a hacer eso, pues eso no es más que una vil infamia. Yo, si bien leo su web, nunca he comentado nada, porque no tengo esperanza de hablar con ustedes, pues soy más selectivo de los lugares en los que me gusta ver a mis palabras.

Dices que lo nuestro son perogrulladas, pero hay que ser muy lerdo para decirlo así. ¿Sabes acaso, siquiera te lo has preguntado alguna vez, qué es una perogrullada? Yo creo que no, así que con gusto te digo cómo la define el diccionario: "verdad o certeza que, por notoriamente sabida, es necedad o simpleza el decirla". Con esto, ¿quién está mintiendo?

También me pides -aunque conjugas en imperativo, las condiciones para imperar sólo se dan en la superioridad, fíjate, condición de la que careces, y por lo cual he de decir que pides- que asuma mi militancia de derecha. Y si la asumo, ¿en qué cambian las cosas? Igual puedo decir que soy peruano o malabarista y los argumentos quedan incólumes.

Y ya por último, porque no lo puedo dejar pasar, pido a todos los lectores que no pierdan de vista un pequeño desliz de mi poco cuidadoso interlocutor: "su razón es opresora, nuestra fuerza es liberadora". Que quede claro, yo no soy el único que dice que a ellos les importa más la fuerza que la razón.

Atentamente "un asco de cincuenta años que no asume su militancia de derecha, ah, y también infantil".

Levi dijo...

¿A poco se acabó la discusión? Si a penas ibamos calentando motores.