domingo, 29 de agosto de 2010

¡CHE Narro!: Crónica de una evasión anunciada

El pasado miércoles tuvo lugar la participación del actual rector de la UNAM, José Narro Robles en un programa denominado "Foro W", de la estación W Radio. La propaganda del programa anunciaba que uno podría interactuar en el foro dejando sus preguntas en la página de internet de la estación, y que, sin censura, éstas serían atendidas por el rector de la UNAM:




A primera vista, una genial idea, idea que de funcionar como lucía en el papel, denotaba un sentido de autocrítica importante que el rector estaba dispuesto a afrontar. Pues a ningún universitario, a ninguno, se le escapa que la institución tiene, más allá de lo que hay que celebrar por estos primeros 100 años de vida, importantes problemas que exigen atención inmediata; por supuesto, en el entendido de que consideramos importante darle vida a la institución muchos años más.

Una de las demandas que ocupan la mente de muchos universitarios, es la cuestión del auditorio Justo Sierra de la Facultad de Filosofía y Letras. Y, como es obvio, aquellos que anhelan su reincorporación a la vida de la Universidad vieron en este supuesto foro, la oportunidad inmejorable de obtener una respuesta directa del rector de la UNAM.

Así pues, esperando ser elegidos para acudir a la emisión de radio, o cuando menos que se leyeran nuestras preguntas, las inquietudes acerca del auditorio fueron planteadas: ¿Qué se está haciendo para recuperarlo?, ¿Se está haciendo algo? ¿Por qué no se ha recurrido a los medios que establece la legislación universitaria y la Ley Orgánica? ¿Qué impide la ejecución de la ley?, etcétera, etcétera. O quizás ¿Le interesa el problema, Sr. Rector?

La única pregunta que recibió una respuesta (e incluso así, una respuesta parcial) fue la última pregunta. La respuesta que muchos obtuvimos después de la interesante disquisición de aproximadamente 5 segundos que el rector de la UNAM nos ofreció sobre el tema podría parafrasearse así: "no me interesa". Ojalá que me equivoque y el Sr. Narro me desmienta pronto.


Escuche aquí el plan de trabajo de José Narro para recuperar el Auditorio Justo Sierra.

Vayamos a lo que recuerdo que se dijo en el programa (no lo volveré a escuchar para hacer este breve relato, qué flojera, pero dejo abajo el audio completo por si a alguien le interesa). Básicamente el Dr. José Narro dejó en claro que lo que le interesaba no era entablar una discusión seria sobre algunos problemas universitarios (los que pudieran plantearse y platicarse en espacio de hora y media, pues cada uno da para horas de discusión): al parecer, era sólo un acto más de propaganda... En la entrevista, los presentadores le preguntaron al rector el porqué de no haber sido invitado a los Diálogos por la Seguridad Nacional. El viernes siguiente Narro ya estaba participando en los mentados diálogos, diciendo lo que ya todos saben (hasta el Presidente): que la solución del problema no se limita al uso de la fuerza pública. También dijo que México no se merecía lo que está viviendo: ¿se lo merecerá la Facultad de Filosofía y Letras?

El Dr. Narro se ha ocupado últimamente en demasía en saltar de un foro a otro para exponer su opinión acerca de los conflictos nacionales. Éste es un derecho de cualquier ciudadano, el problema con el rector de la UNAM es la clara evasión a las problemáticas que le tocan resolver dado el altísimo cargo que ocupa. Es decir, muchos mexicanos tenemos preocupaciones acerca de los manejos de la política nacional, sin embargo estamos bastante limitados para tener una injerencia directa en la solución de muchos de estos problemas. Sin embargo, el rector de la UNAM, como rector que es, está facultado para actuar directamente en la solución de los problemas de la institución que dirige (es un decir que la dirige).

Así, a la pregunta de una mujer acerca de aquellas famosas reuniones con los estudiantes "rechazados", que tuvieron como consecuencia el otorgamiento de becas para que estudiaran en otras universidades, se limitó a decir "sí es un problema (lo de la existencia de estudiantes rechazados)", y "lo he estado diciendo". Acto seguido dió cifras y le pasó la bolita a la SEP. Lo curioso fue que tratando después de establecer categóricamente que no hay corrupción y que los que no entren por el examen no tienen otro modo de hacerlo, A MENOS QUE... sean estudiantes del bachillerato de la UNAM, fue cuestionado respecto a la cuestión del pase automático. Narro se limitó a repetir una versión bastante cegehachera de la supuesta validez del pase automático. Fuera de eso, el programa fue básicamente, propaganda. Preguntas poco serias por parte de los entrevistadores y respuestas autocomplacientes por parte de Narro. También repitió su letanía acerca de cuánto le preocupan los jóvenes que ni estudian ni trabajan (¿será por eso que hasta parece que los okupas están protegidos?).

Así, quedó por el suelo la esperanza de muchos universitarios de que preguntas serias fueran tomadas en serio por el rector (tanto así que se atrevió a llamar al auditorio "Justo Guevara", pero eso sí, ahí estará el 22 de septiembre en el Anfiteatro Simón Bolívar, lugar donde Justo Sierra pronunció el discurso inaugural de la Universidad, tratando de emularle). Si el rector no se presta a discutir con argumentos sólidos los problemas que se le plantearon ¿es razonable esperar que los ocupantes del auditorio hagan lo propio? No. Y lo malo de la cuestión es que ese "estamos trabajando" suena más a que se "apuesta" por una salida "dialogada" al conflicto, y no por hacer valer la ley. De otro modo no se explica ese "estamos trabajando", ¿cuánto tiempo llevaría proceder penalmente?

Y a todo esto, ¿qué pensará la Dirección de la Facultad de Filosofía y Letras? Sólo Gloria lo sabe.

Audio completo del Foro W

 Otro ilustrativo cartón de Paco Calderón

P.D. He aquí la respuesta de la Oficina del Abogado General a un correo enviado, planteando el problema del Auditorio Justo Sierra: Me permito informarle que su denuncia se recibió en esta Unidad, en breve lo contactaremos. Unidad para la Atención y Seguimiento de Denuncias.

martes, 24 de agosto de 2010

Re-cuento (I): Hechos

A ver, vamos a hacer un resumen puesto que alguien lo ha solicitado, y es sensato hacerlo, dado que a pocos días de cumplirse 10 años de secuestro es comprensible que muchos no sepan a ciencia cierta qué pasó por aquel entonces.

Hay que comenzar apuntando que quienes aquí escriben tampoco estaban en la Facultad de Filosofía y Letras en aquel tiempo (septiembre de 2000). Gracias a los medios actuales de comunicación (léase FB) hemos conocido y platicado con profesores que sí estaban (algunos estudiantes entonces, otros profesores ya) y creo que más o menos concuerdan en que esto fue lo que pasó:

1. En el año de 1999 estalló un paro de labores que se prolongó por 10 meses. ¿El motivo? Supuestamente "evitar la privatización de la UNAM". El motivo real: las especulaciones son muchas, hay quienes piensan que ciertos actores politicos venían azuzando a la juventud desde el rectorado de Carpizo (o incluso antes) debido al botin político que representa la UNAM. Lo que sí es muy cierto es que el carácter público de la UNAM nunca estuvo en peligro: todo estalló por una reforma al Reglamento General de Pagos (RGP) que tras una brutal inflación establecía cuotas de 20 centavos, así que se proponía fijar cuotas de aproximadamente $1000 anuales. Cuotas de las cuales podría quedar exento todo estudiante que declarase no poder pagarlas.

2. Sobre otras vicisitudes de aquel conflicto, los remitimos a los documentos, cuando tengamos tiempo volveremos a publicar algún artículo de aquel entonces, los que ahora tenemos son los siguientes: "La Universidad en el exilio", "UNAM: ¿Nuevo triunfo de la Barbarie?", "¿Dónde están?", "Cárdenas y Barnés: la disputa por la UNAM", "El PRD en la UNAM", "UNAM: Derecho social y aberración política", "Días de luto"; y las brevísimas entradas "1999" y "2000" de nuestro blog. Cabe mencionar que los primeros cinco artículos publicados son sólo aquellos que en su momento pudimos transcribir, dentro de la enorme cantidad de material que hay, dadas las obvias limitantes de tiempo que nos imponen los deberes académicos. Se recomienda echar un vistazo al libro de Sheridan: Allá en el Campus grande, y ¿por qué no? para contrastar aquel que siempre mencionaba cierto molesto lector: UNAM: Presente ¿y futuro?

3. El caso es que unos siete meses después de terminada la huelga (cabe decir que por la fuerza ya que, a pesar de no haber sido aplicado finalmente el RGP los huelguistas no querían abrir la UNAM), el 4 de septiembre de 2000 llegó un grupo de ex integrantes del CGH a tomar el Auditorio Justo Sierra que se encontraba en remodelación (de ahí que ya no tenga butacas). Testimonios de quienes sí estaban entonces en la facultad dicen que los ex huelguistas llegaron provistos de tubos y cadenas, nomás para que se viera que iba en serio.

4. Hay que decir que los individuos que tienen tomado el auditorio desde entonces han tenido sus propias luchas intestinas por lo que es difícil establecer la genealogía y carácter de la actual okupa, respecto al CGH. Véase: "El Che Guevara autogestivo (2)" y "Sí es el CGH", y también: "Por su nombre los confundireís".

5. Resulta que a unos tres meses de abrir este blog, el 24 de septiembre de hace un año, tuvo lugar una asamblea singular. Por aquellos días algunos estudiantes y no-estudiantes estaban muy inconformes con una serie de acontecimientos que tuvieron lugar en la facultad: retiro de vendedores ambulantes, colocación de macetas y de piedras anti-borrachos en la Biblioteca Central. Curiosamente pocos de ellos mostraron su inconformidad con el hecho de que un narcomenudista fuera baleado en la entrada de Filosofía y Letras, es decir, con el hecho de que un narcomenudista se encontrara en el campus y ese encontrase allí, fuera condición necesaria de posibilidad para sufrir un ataque allí. Resulta que esa asamblea semanal de quejas a la autoridad se vió profundamente ofendida cuando unas estudiantes propusieron y convocaron a la gente para que en ese espacio se manifestara la molestia por el más claro problema (dada su magnitud espacio-temporal) de la FFyL: la ocupación del Auditorio Justo Sierra.

6. Y resultó que de la asamblea se derivaron asambleitas, asambleitas que terminaron transmutando el problema del auditorio en otra cosa, menos el problema del auditorio, cito: "el problema no es el Che, el problema son las formas de representación democrática de la bla bla bla bla..."

7. Así, las cosas estamos en un periodo de letargo en el que la cuestión yace un poco adormecida, a ver qué pasa después...

Continuará...

lunes, 16 de agosto de 2010

No a la impunidad

DA CLICK EN LA IMAGEN

Si presenciaste un delito es buena idea denunciarlo (por ejemplo, la enajenación de un espacio universitario):

Artículo 95 del Estatuto General de la UNAM.- Son causas especialmente graves de responsabilidad, aplicables a todos los miembros de la Universidad:

I. La realización de actos concretos que tiendan a debilitar los principios básicos de la Universidad, y las actividades de índole política que persigan un interés personalista;

II. La hostilidad por razones de ideología o personales, manifestada por actos concretos, contra cualquier universitario o grupo de universitarios;

III. La utilización de todo o parte del patrimonio para fines distintos de aquéllos a que está destinado;

IV. Ocurrir a la Universidad en estado de ebriedad o bajo los efectos de algún estupefaciente, psicotrópico o inhalante; ingerir o usar, vender, proporcionar u ofrecer gratuitamente a otro, en los recintos universitarios, bebidas alcohólicas y las sustancias consideradas por la ley como estupefacientes o psicotrópicos, o cualquier otra que produzca efectos similares en la conducta del individuo que los utiliza;

V. Portar armas de cualquier clase en los recintos universitarios;

VI. La comisión en su actuación universitaria, de actos contrarios a la moral y al respeto que entre sí se deben los miembros de la comunidad universitaria.



martes, 10 de agosto de 2010

Apertura de cursos en Filosofía y Letras

Hoy retomamos un pequeño fragmento de un discurso pronunciado en la inauguración de las clases del año 1914 en la Escuela de Altos Estudios (precursora de la actual Facultad de Filosofía y Letras y la Facultad de Ciencias). Discurso pronunciado por Henríquez Ureña, titulado "La cultura de las humanidades".

"Malos vientos soplaron para este plantel apena hubo nacido", dice Henríquez Ureña, explicando la falta de organización que había padecido una naciente y novedosa institución educativa. Pues en el corazón del nuevo proyecto de Universidad Nacional de Justo Sierra, la Escuela de Altos Estudios constituía en principio algo que las naciones como la nuestra podían mirar "con nativo recelo" pues a más de uno podría parecer "esquiva a las aplicaciones fructuosas".

Sin embargo, el esfuerzo de notables profesores y no menos notables alumnos consiguió no solamente mantener con vida la naciente Escuela, sino darle un impulso extraordinario a la cultura y la ciencia en México. Figuras como las de Antonio Caso, Sotero Prieto, Jesús Díaz de León y Valentín Gama son hoy emblemáticas y sinónimos de escuela y tradición en las más diversas disciplinas que han florecido al cobijo de la Universidad Nacional. Henríquez Ureña menciona también como en un lapso no mayor a tres años el Ateneo de la Juventud consiguió darle forma a los estudios humanísticos.

Hoy es más que frecuente escuchar hablar de las glorias de la UNAM, pero muchas de ellas se deben a personas que entendieron su compromiso con la sociedad y que al no contar con un prestigio heredado se encargaron de forjarlo.

Estamos a menos de un mes de que el Auditorio Justo Sierra cumpla 10 años de secuestro. A quienes odian tanto esta palabra, "secuestro" cabría preguntarles por los logros obtenidos en estos 10 años y cómo se han reflejado en la Universidad y en el país. Seguramente recurrirán al olvido general, que con el paso del tiempo los beneficia más, acerca de los aconteimientos de 1999-2000. Cabría preguntar a las autoridades universitarias si de verdad tienen planeado restituir el patrimonio universitario. Cabría preguntar a la comunidad si le interesa recuperar este inmueble o si considera que ésta es una cuestión vana.

Henríquez Ureña concluye su discurso de apertura de cursos así:

...De ella (de la labor humanística) no puede venir para los espíritus sino salud y paz, educación humana, estímulo de perfección.
Y la Escuela de Altos Estudios podrá decir más tarde que, en estos tiempos agitados, supo dar ejemplo de concordia y de reposo, porque el esfuerzo que aquí se realiza es todo de desinterés y devoción por la cultura. Y podrá decir también que fue símbolo de este momento singular en la historia de la educación mexicana, en el que, después de largas vacilaciones y discordias, y entre otras y graves intranquilidades, unos cuantos hombres de buena voluntad se han puesto de acuerdo, sacrificando cada cuál egoísmos, escrúpulos y recelos, personales o de grupo, para colaborar sinceramente en la necesaria renovación de la cultura nacional, convencidos de que la educación -entendida en el amplio sentido humano que le atribuyó el griego- es la única salvadora de los pueblos.

Extrañamente palabras como las de Henríquez Ureña tiene eco en todos los tiempos. Y bajo éstas, necedades como la ocupación de un inmueble emblemático y sus correspondientes apatías aparecen inexplicables en la Facultad que es heredera de esa Escuela de Altos Estudios.

martes, 3 de agosto de 2010

Que no le digan, que no le cuenten... pásele, puro producto de calidad, ¡garantizado!

Como decía la semana pasada, no me detendré a intentar convencer a los potenciales nuevos lectores de que ésta es la mejor causa ni mucho menos. En primer lugar porque, si esperar "acción directa" o algún tipo de apoyo de la gran masa de estudiantes y profesores, "veteranos" y "enterados" del asunto, se ha vuelto una esperanza más bien cándida, entonces esperarlo de los nuevos alumnos no sólo es más cándido sino además abusivo. Segundo, porque la UNAM tiene problemas mucho más importantes que, tristemente, el del auditorio okupado y olvidado; al que alguien pensó sería buena idea dar el nombre del fundador de esta institución.

Ciertamente, seguimos sosteniendo que aunque los problemas más urgentes están en otra parte, dice mucho de nosotros -cuando menos de la comunidad de humanidades- el estado de la cuestión y su eventual desenlace.

Y para que no le digan y no le cuenten, compartimos con ustedes una entrevista que apareció en el  pasado mes de julio en la revista Letras Libres con el maestro Guillermo Sheridan. En esta entrevista Sheridan toca de nuevo muchos de los graves problemas que vive nuestra institución. La lectura requiere dedicarle cuando menos unos 40 minutos. En estos días de comienzo de ciclo escolar, de estudiantes no admitidos, de luchas presupuestales; no es baladí dedicarle reflexión y autocrítica a nuestra casa y a nosotros mismos como universitarios. Lea si guste y reflexione.


"Si uno se asoma a la oficina de desarrollo tecnológico de la Universidad de Harvard se encuentra con una enorme tienda de patentes e inventos. No nos podemos resignar a ser un país consumidor de patentes foráneas. Tampoco a que las universidades privadas se limiten a educar administradores locales de esas patentes, ni a que las públicas produzcan sólo mexicanos conscientes que lo denuncien a perpetuidad."


A diferencia de otros "críticos", usted puede consutar en la red las credenciales del profesor Sheridan pues sano es saber a quién escuchamos decir qué.