La Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM lleva a cabo, más allá de los cursos regulares, semestre a semestre un sinfín de actividades académicas y culturales. “Cultivar voluntades para cosechar egoísmos, sería la bancarrota de la pedagogía” decía Justo Sierra en el discurso inaugural de la Universidad Nacional. De allí la importancia de la difusión de la cultura para una Facultad de estudios humanísticos. Esta Facultad no produce tecnologías, ciencia aplicada con el fin de obtener un producto útil (en el sentido material) a la sociedad que la sustenta. Sin embargo, la inutilidad material de las humanidades (y las artes) no le resta importancia a la actividad de la Facultad de Filosofía y Letras. Escuché un día al Dr. León Portilla decir que el valor de los estudios humanísticos reside precisamente en que se ocupan de lo propiamente humano, es decir, el ser humano es algo más que un animal que requiere alimentación para crecer, reproducirse y continuar con el ciclo vital indefinidamente.
Por tanto, dado que el papel de la Universidad Nacional no es sólo producir conocimiento, o transmitirlo a un reducido grupo de personas, es vital la difusión de la actividad académica y cultural a la sociedad. La Facultad, a través de la Secretaría de Extensión Académica describe así el ejercicio de su misión:
Para llevar a cabo sus funciones, esta Secretaría requiere de un trabajo permanente con cada uno de los colegios de la Facultad para organizar congresos, encuentros, seminarios, mesas redondas, conferencias, presentaciones de libros que enriquezcan el desarrollo académico de estudiantes y profesores. Se realizan más de trescientos eventos al año.
Estas actividades culturales y de extensión académica son de suma importancia no sólo para la Facultad sino para la sociedad en general, por lo que la Secretaría las difunde a través de los vínculos que tiene establecidos con los medios de comunicación: prensa, radio y televisión principalmente. Así, la Secretaría se convierte en un puente entre la comunidad de la Facultad y la sociedad.
Estas actividades son abiertas a todo el público y gratuitas. Tan sólo del semestre 2009-2 (febrero a junio de 2009) hice el siguiente recuento de actividades (promocionadas por la Secretaría en este sitio web):
5 homenajes o celebraciones a algún personaje ilustre de la cultura, 20 presentaciones de libros, revistas o antologías, 7 coloquios o simposios, 2 cátedras, 3 proyecciones fílmicas y una obra de teatro. En total, se contabilizaron 46 mesas redondas y 33 conferencias, de las cuales 15 fueron conferencias magistrales. Cabe mencionar que la Facultad lleva a cabo muchas más Cátedras Extraordinarias (para el próximo semestre se anuncian 13 cursos de esta modalidad), pero aquí sólo hice el recuento de aquellas cuyas actividades aparecieron programadas en el órgano de difusión de la Secretaría de Extensión Académica. Asimismo, se proyectan muchas más películas durante el semestre, pero no todas aparecen anunciadas en los boletines semanales, seguramente por falta de espacio. Con el teatro pasa igual, aquí sólo tomo en cuenta la obra Las mujeres sabias de Molière que tuvo 6 fechas en un teatro del centro de Coyoacán, con motivo del “Premio Mejor Montaje Festival Universitario de Teatro UNAM 2008” (¡qué bueno hubiera sido disfrutar de esta puesta en escena en el Auditorio Justo Sierra!). Pero aparte, el Colegio de Literatura Dramática y Teatro presentó 4 obras en más de 30 fechas. Respecto a otro tipo de actividades académicas hay que hacer constar que cada colegio programa muchas más actividades entre mesas redondas y conferencias de profesores locales y foráneos; actividades que tampoco pude contabilizar. Habría que sumar además todos los cursos, diplomados, talleres y seminarios de Educación Continua (que sí se cobran, también los humanistas necesitan dar valor adquisitivo al fruto de sus investigaciones).
Como se puede observar la Facultad toma en serio su papel en la difusión de la cultura y las actividades académicas que realiza. Ante tantas actividades queda de manifiesto para las autoridades, los académicos y los estudiantes la falta de espacios. No sólo esta okupado el Auditorio Justo Sierra (es decir, el recinto de las butacas… eh… que debería tener butacas) sino otros espacios aledaños. Al menos para multitudinarias conferencias magistrales, homenajes, cine y teatro se extraña al Auditorio en sí. Hace años que no hay música. Yo recuerdo haber ido a dos recitales en un Aula Magna atestada. Era notable la dificultad de los músicos para acomodar su equipo en el pequeño espacio que está destinado a una mesa de conferencias. ¡No digamos ya un concierto sinfónico!
A cambio por $50 tenemos esto:
Para ver más de a cambio de qué catafixiamos al Justo Sierra les dejo este enlace.
¿A quién pertenece el “Che Guevara”? ¿A quién pertenece el “Justo Sierra”? Creo que es más que evidente. A la academia y la cultura, que son por y para la sociedad según la visión de un gran y olvidado Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes (hoy se les llama Secretario de Educación), de lo mejor que ha tenido la República: Don Justo Sierra Méndez.
1 comentario:
A mí me parece importante hacerle notar a la comunidad universitaria que la ocupación del auditorio Justo Sierra va en contra de la voluntad de muchos de los estudiantes de la FFyL. Que este blog sirva para exponer este malestar.
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