domingo, 15 de septiembre de 2013

Imposición


El viernes a pasadas las 18:00 tuvimos noticia de que habíamos que desalojar las instalaciones de la Facultad de Filosofía y Letras. Al salir recibimos la siguiente noticia: "La facultad de Filosofía y Letras decidió: Paro indefinido. Asamblea FFyL". 

Algunos estudiantes preguntaban por qué esta decisión se tomó sin considerarlos; gentilmente fueron invitados a participar en la nueva asamblea a celebrarse a las 20:00 en sede por definir, donde se tomaría una decisión ya con más personas... (alguien se adelantó al poner el comunicado que estaba en la puerta, como quien dice, fue sin querer queriendo).

A las 20:00 se celebró una asamblea en el Auditorio Justo Sierra -más deteriorado que la última vez, y oliendo mucho a incienso, de ese que te pone rojos los ojos... En esta asamblea se resolvió que habrá paro el miércoles, así como una movilización. 

El cese de actividades el viernes estaba avalado por la asamblea celebrada ese día más temprano; el hipotético paro indefinido, o bien sesgado entre el viernes y el miércoles -mediando como único día de clases el martes- está avalado por la asamblea del viernes a las 20:00.

Así se acordó, la decisión fue tomada en nuestra presencia o bien en nuestra ausencia.

Semanas atrás, antes de que el semestre iniciara, estudiantes (a través de su inscripción) y profesores (a través de su contratación) celebraron otro acuerdo con la Universidad: el calendario que seguirían las clases este semestre; no se convino que las clases estaban sujetas a interrupciones derivadas las decisiones tomadas por terceros (i.e. alguien distinto de las partes que suscriben, profesor-universidad o bien estudiante-universidad).

No siendo el caso que exista una cláusula que diga "el presente calendario está sujeto a aprobación y agenda de ciertos grupos", podemos hablar que las decisiones tomadas en las asambleas del viernes o en cualquier otra asamblea que no considere la opinión de los involucrados se trata de una imposición.

En forma alguna estoy diciendo que sus demandas son injustas ni que se trata de temas que no deban estar entre nuestras preocupaciones, lo que digo sencillamente es: no deben los acuerdos de particulares imponerse a los de una comunidad más amplia. 

¿No escuchábamos meses atrás lo catastrófico que resultaría una imposición?, ¿cuándo una imposición es admisible?, ¿qué distingue a una de otra? 

Los que imponen, invariablemente, piensan que ellos tienen la razón.