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miércoles, 2 de noviembre de 2011

Se solicita Rector

En próximas fechas se llevará a cabo el proceso de reelección para el cargo de Rector de nuestra casa de estudios. En varias publicaciones periódicas (por ejemplo aquí) se ha criticado la gestión del actual rector de la UNAM, José Narro Robles. No es el objetivo de la entrada de este blog desmenuzar todo lo cuestionable o también los aciertos del actual rector.


Sin embargo es un punto de vista compartido por varios de los que cooperan en este sitio web que un cambio en la manera en que se relaciona la Rectoría con la universidad es muy necesario, siendo que parece (así es, parece, al menos a partir de las múltiples apariciones públicas de José Narro) que nuestro actual rector está mucho más ocupado en opinar sobre temas de la actualidad nacional (seguridad, educación, política) que interesado en realizar los cambios radicales que la institución necesita.


De este modo, nos tomamos la libertad (con permiso del involucrado) de exponer resumidamente cinco puntos que amablemente Camilo Ayala Ochoa compartió con nosotros, como parte de un extenso programa que él preparó para postularse como candidato al cargo de Rector de la UNAM. Cabe señalar que la Junta de Gobierno de la UNAM "no encontró razones" para nombrarlo entre los cuatro candidatos.


Es una lástima, aquí los cinco puntos:


1. Reducción al mínimo del gasto administrativo, nada de gastos personales y mayores recursos a la docencia. Para dar un ejemplo de austeridad renunciaría al salario de rector.  

2. Total transparencia administrativa. Por ejemplo, los concursos de oposición serían públicos y habría auditorías externas. 

3. Permitir la certificación de las actividades universitarias. No es posible que se tenga miedo al examen de Enlace.  

4. Mayor vinculación entre la sociedad y la investigación. Se crearía una oficina dedicada al estudio de necesidades sociales que abrirían líneas de investigación. 

5. Recuperación de espacios tomados por estudiantes, grupos externos a la UNAM y partidos políticos, tales como el auditorio Justo Sierra de la Facultad de Filosofía y Letras.

viernes, 8 de octubre de 2010

Justo Sierra y la UNAM

Hoy tenemos una colaboración cortesía de Camilo Ayala Ochoa, publicada originalmente en su blog del Instituto del Libro y la Lectura A.C.

1948 fue un año de festejos para la Universidad Nacional Autónoma de México. Se cumplía el centenario del natalicio del fundador Justo Sierra Méndez, quien había sido declarado Maestro de América. El 25 de enero los restos de Sierra fueron trasladados a la Rotonda de los Hombres Ilustres en el panteón de Dolores. Sus restos fueron velados en el salón El Generalito de la Escuela Nacional Preparatoria.

Ese mismo año se comenzaron a publicar las obras completas de Justo Sierra 14 tomos, el último de los cuales salió en el año de 1949. Fue un proyecto dirigido por Agustín Yáñez y en él participaron José Luis Martínez y Edmundo O´Gorman. En 1993, a la obra completa se le añadió el tomo 15 que consta de un epistolario.

La UNAM ha editado otras obras completas como las de José Gaos, Samuel Ramos o José Joaquín Fernández de Lizardi; sin embargo, las obras de Justo Sierra fueron un reto editorial por el tiempo tan corto en el que se reunieron, organizaron, anotaron y se llevaron a cabo los procesos técnicos de edición, impresión y encuadernación.

En las obras completas encontramos mucho de muy variados temas. Poesía, cuento, teatro, ensayos, crónica de viajes, historia, alegatos jurídicos y propuestas educativas. Fue un hombre sumamente ilustrado, digno heredero de su padre el escritor Justo Sierra O’Reilly (1814-1861).

En 1952 se inauguró la primera librería universitaria en las instalaciones preparatorianas del Antiguo Colegio de San Ildefonso en el centro de la Ciudad de México. Fue llamada Justo Sierra y cerrada este año 2010 por bajas ventas. Otra librería que se estableció en Campeche y fue llamada Justo Sierra, también cerró a pesar de los esfuerzos del Instituto de Cultura de Campeche.

Realmente los lugares que han tenido el nombre de Justo Sierra son maltratados. El ejemplo más vergonzoso es el auditorio de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM llamado Justo Sierra y que fue renombrado por los estudiantes universitarios de 1968 como “Che Guevara”. Hoy esa instalación está tomada por un grupo de personas externas a la institución que malviven boteando y están dedicadas al vandalismo violento.

Los del “Che Guevara” dicen que el auditorio es un espacio de trabajo autónomo, anticapitalista, autogestivo e independiente; un espacio de resistencia histórica. La verdad es que se apropiaron ilegalmente de propiedad de la UNAM, de una parte de su patrimonio; y lo usan incluso para la venta de droga y para negocios particulares como el mantenimiento de un maloliente comedor vegetariano.

El anterior rector Juan Ramón de la Fuente no quiso desocupar el auditorio Justo Sierra y el actual rector José Narro siempre le ha tenido miedo a los grupos de seudo-estudiantes. Su política es cerrar los ojos y voltear a otro lado. El pasado 2 de octubre pintaron, golpearon, rompieron y derribaron la estatua del águila y la serpiente que se encontraba en la explanada de la Facultad de Derecho y no ha pasado nada. No hay autoridad.

Narro declaró respecto a la inseguridad que vive el país: "no se resuelve de la noche a la mañana, no habrá una varita mágica, ni una receta inmediata, milagrosa, que nos permita atender esto. Tenemos que trabajar intensamente”. Pero él esta esperando que por arte de magia se resuelva la situación de la violencia en la UNAM.

Justo Sierra tiene muchas frases citables. Una de ellas es: “México es un pueblo con hambre y sed. El hambre y la sed que tiene, no es de pan; México tiene hambre y sed de justicia”. La UNAM tiene hambre y sed de justicia.

Camilo Ayala Ochoa