Lamentablemente sólo pude escanear le portada de un ejemplar del diario La Jornada de ese lunes 7 de febrero de 2000. Si alguien puede hacer lo propio con algún otro periódico le agradeceremos mucho si comparte con nosotros la información (imágenes, artículos, notas, etcétera).
El domingo 6 de febreo de 2000, a las 6:30, sobre la avenida Insurgentes 2,260 integrantes de la Policia Federal Preventiva (PFP) descendieron de sus transportes. Ingresaron al campus. La crónica en la que se centraron los medios fue la del arribo de la Policia Federal al auditorio Justo Sierra, Che Guevara, o "el auditorio de Filosofía" como se repite una y otra vez en páginas del diario y en las crónicas televisivas.
Pasadas las tres de la mañana, hora que los rumores ubicaban como definitiva para el asalto policiaco a Ciudad Universitaria, la sesión del CGH tomó un respiro de alivio. Su dinámica retomo los pasos de otras asambleas: muchos estudiantes, extrañamente, abandonaron el recinto; los oradores discutían, la mesa de debates retardaba las definiciones políticas, en el butaquerío muchos dormitaban... y por consenso aprobaron regresar al diálogo resolutivo. De pronto a las 6:35... se escuchó el sonido de las botas de los cuerpos de élite, y aquel grito ya no pudo ser de alerta: "¡Compañeros, ya viene la policía!". Ya estaba allí. (Reportan Roberto Garduño y Karina Avilés para La Jornada)
Por último un par de fotografías sacadas de la mencionada edición de la Jornada.
Policías Federales en la entrada de Filosofía y Letras, 6 de febrero de 2000.
2 comentarios:
Impresionantes las fotos de la pfp en la universidad, surrealista, que triste que hayan pisado la UNAM. Gracias por compartirlas.
Ese año 2000 pasaron muchísimas cosas raras... surrealistas. Pero también tristes, como lo fue que sólo pudiera terminarse así el conflicto después de meses de cerrazón. No fue triste que se abriera la UNAM nuevamente, lo triste fue que tuviera que recurrirse a la fuerza pública. Próximamente pondremos más documentos acerca del conflicto para apreciar mejor por qué se llegó a estos extremos. Personalmente no deseo ver a las fuerzas del orden haciendo su trabajo de nuevo en el interior de la facultad, porque no debería ser necesario. ¿Pero será fantasioso esperar que se devuelvan las instalaciones del Justo Sierra a la Universidad por buena voluntad de sus actuales posesionarios? Espero que no.
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