En días recientes los ocupantes del Auditorio Justo Sierra lanzaron las siguientes consignas:
"¡Fuera bochos de la UNAM!, ¡Fuera Policía de la UNAM!, ¡Fuera PGR de la UNAM!"
La causa eficiente de su molestia era la presencia de los vochos de Auxilio UNAM en los andadores de la Facultad de Filosofía y Letras luego del desalojo de los vendedores en medio de la serie de eventos que describí recientemente.
¿Cuál era el problema con los vochos?
La presencia de los vehículos según se dijo era una medida de provocación, eran una medida para azusarlos, para hacerlos desatinar destruyendo los vehículos traicionando su noble naturaleza. La presencia de los vochos implicaba además la presencia de espías infiltrados, de policías, de AFI´s, de elementos de la PGR. La presencia de los vochos era la única manifestación franca del acoso del cual la comunidad universitaria es víctima desde el asesinato del narcomenudista en inmediaciones de la Facultad de Filosofía y Letras, cuando el gobierno de nueva cuenta violara la autonomía de la UNAM al permitirse el ingreso de los peritos y el acordonamiento del perímetro que fue secuestrado por los supuestos investigadores federales...
Seguramente juzgan que ellos pueden dictaminar las causas de la muerte de alguien, o peor aún, que está en su jurisdicción determinar qué causó la muerte del sujeto, en qué circunstancias y qué se debe hacer con el cadaver del occiso. Después de todo, los ocupantes del Auditorio Justo Sierra piensan que tienen su propio país, donde hacen lo que les viene en gana.
Afortunadamente no han defendido más la postura de que la UNAM fuera violada en su autonomía por la entrada de los peritos aquel triste martes; lo que sí sostuvieron es que los vochos los acosaban e inconformaban, eso y que el desfile de los Pumas por el Circuito Universitario fue un desfile militar... Pero en otra ocasión veremos eso.
Los vochos, que son nuestro tema de hoy, fueron ubicados como parte del operativo para remover a los ambulantes; fue interpretado -y ojalá sea cierto- como el primer movimiento para también desalojar a los residentes del Auditorio Justo Sierra.
Los argumentos en contra de la presencia de los vochos y en particular de los elementos de auxilio UNAM eran los siguientes:
Se trata de espías, policías y elementos Federales que nos supervisan y eventualmente desalojarán, de lo que no se dan cuenta -los tontos universitarios- es de que no es sólo contra nosotros -los paladines revolucionarios- sino que eventualmente implicará la desaparición de la Universidad pública y gratuita.
No sé si se trate de un asunto de percepción o de interpretación, pero por más que busqué entre los presentes, y por más que lo señalaban, nunca di con alguien que fuese evidentemente un espía, un AFI, un policía o un elemento de la PGR... O están muy bien encubiertos o no existen, o rebasan mi umbral de percepción como lo hacen los alushes del sur de la república.
El otro argumento, es la desconfianza para con la gente que opera los vochos de Auxilio UNAM, su ineficacia cuando hay problemas y el aumento en el número de plazas de confianza entre los elementos que integran este grupo.
Lo que no consignaron fue la fuente de esta información, ¿cómo les consta tal cosa?; lo que tampoco dijeron es ¿por qué es esto necesariamente algo negativo? Conozco varios elementos que trabajan como personal de confianza en la Universidad desde hace varios años, y si una virtud tienen en común es que cuidan su trabajo, porque a diferencia del personal de base (y no se diga de esos vividores) no tienen una plaza que garantice sus condiciones de vida de manera permanente.
El argumento era tal vez que siendo personal de confianza era factible que se tratara de los famosos policias, AFI´s y PGR´s; el hecho es que nada hicieron los elementos de auxilio UNAM cuando los bochos fueron arrojados del andador, ya fueran los elementos regulares o los infiltrados, nada hicieron tampoco cuando los denostaron diciéndoles en su cara que son gente que no piensa, que son títeres a disposición del poder... Deben contar, ya sean elementos regulares de Auxilio UNAM o espías federales infiltrados, con un vasto entrenamiento para ser tolerantes.
Por último, ¿qué implica el argumento de los elementos de confianza entre las filas de Auxilio UNAM?, ¿que sí podemos confiar en los elementos de base?, ¿o exclusivamente en los sindicalizados?, ¿qué clase de argumento es "no se puede confiar en los elementos de confianza" cuando tampoco confían en los de base?
Si decidimos que no podemos confiar en ninguno de ellos, bajo ninguna circunstancia, ¿por qué debemos confiar entonces en los ocupantes del Auditorio Justo Sierra?
Las consignas que gritaran esa tarde de vochos vilipendiados hacen pensar que los conciben como un riesgo latente de un modo infantil... Deben percibirlos más o menos así:
Los vochos, aunque ellos no lo hubieran querido, sí tuvieron una metamorfósis, se trató de la más venturosa y brillante jugada que al momento han llevado a cabo las autoridades universitarias. Sacaron a los vochos de ahí (y qué bueno porque están en proceso de extinción, la próxima vez que vea uno le fotografiaré) y los reemplazaron con esto:
Los espacios de la Facultad antes ocupados por vendedores ambulantes y después custodiados con vochos ahora son aprovechados para exposiciones de artísticas y científicas. La tarde del viernes 19 hubo un evento musical de mediano volumen y buena calidad promovido por difusión Cultural UNAM.
Como parte de otro proceso de limpieza, en este caso el que fuera resultado de la contingencia sanitaria, los pasillos de la Facultad ahora lucen así:
¿Qué será lo ofensivo en buscar que los espacios Universitarios luzcan como tales?
"¡Fuera bochos de la UNAM!, ¡Fuera Policía de la UNAM!, ¡Fuera PGR de la UNAM!"
La causa eficiente de su molestia era la presencia de los vochos de Auxilio UNAM en los andadores de la Facultad de Filosofía y Letras luego del desalojo de los vendedores en medio de la serie de eventos que describí recientemente.
¿Cuál era el problema con los vochos?
La presencia de los vehículos según se dijo era una medida de provocación, eran una medida para azusarlos, para hacerlos desatinar destruyendo los vehículos traicionando su noble naturaleza. La presencia de los vochos implicaba además la presencia de espías infiltrados, de policías, de AFI´s, de elementos de la PGR. La presencia de los vochos era la única manifestación franca del acoso del cual la comunidad universitaria es víctima desde el asesinato del narcomenudista en inmediaciones de la Facultad de Filosofía y Letras, cuando el gobierno de nueva cuenta violara la autonomía de la UNAM al permitirse el ingreso de los peritos y el acordonamiento del perímetro que fue secuestrado por los supuestos investigadores federales...
Seguramente juzgan que ellos pueden dictaminar las causas de la muerte de alguien, o peor aún, que está en su jurisdicción determinar qué causó la muerte del sujeto, en qué circunstancias y qué se debe hacer con el cadaver del occiso. Después de todo, los ocupantes del Auditorio Justo Sierra piensan que tienen su propio país, donde hacen lo que les viene en gana.
Afortunadamente no han defendido más la postura de que la UNAM fuera violada en su autonomía por la entrada de los peritos aquel triste martes; lo que sí sostuvieron es que los vochos los acosaban e inconformaban, eso y que el desfile de los Pumas por el Circuito Universitario fue un desfile militar... Pero en otra ocasión veremos eso.
Los vochos, que son nuestro tema de hoy, fueron ubicados como parte del operativo para remover a los ambulantes; fue interpretado -y ojalá sea cierto- como el primer movimiento para también desalojar a los residentes del Auditorio Justo Sierra.
Los argumentos en contra de la presencia de los vochos y en particular de los elementos de auxilio UNAM eran los siguientes:
Se trata de espías, policías y elementos Federales que nos supervisan y eventualmente desalojarán, de lo que no se dan cuenta -los tontos universitarios- es de que no es sólo contra nosotros -los paladines revolucionarios- sino que eventualmente implicará la desaparición de la Universidad pública y gratuita.
No sé si se trate de un asunto de percepción o de interpretación, pero por más que busqué entre los presentes, y por más que lo señalaban, nunca di con alguien que fuese evidentemente un espía, un AFI, un policía o un elemento de la PGR... O están muy bien encubiertos o no existen, o rebasan mi umbral de percepción como lo hacen los alushes del sur de la república.
El otro argumento, es la desconfianza para con la gente que opera los vochos de Auxilio UNAM, su ineficacia cuando hay problemas y el aumento en el número de plazas de confianza entre los elementos que integran este grupo.
Lo que no consignaron fue la fuente de esta información, ¿cómo les consta tal cosa?; lo que tampoco dijeron es ¿por qué es esto necesariamente algo negativo? Conozco varios elementos que trabajan como personal de confianza en la Universidad desde hace varios años, y si una virtud tienen en común es que cuidan su trabajo, porque a diferencia del personal de base (y no se diga de esos vividores) no tienen una plaza que garantice sus condiciones de vida de manera permanente.
El argumento era tal vez que siendo personal de confianza era factible que se tratara de los famosos policias, AFI´s y PGR´s; el hecho es que nada hicieron los elementos de auxilio UNAM cuando los bochos fueron arrojados del andador, ya fueran los elementos regulares o los infiltrados, nada hicieron tampoco cuando los denostaron diciéndoles en su cara que son gente que no piensa, que son títeres a disposición del poder... Deben contar, ya sean elementos regulares de Auxilio UNAM o espías federales infiltrados, con un vasto entrenamiento para ser tolerantes.
Por último, ¿qué implica el argumento de los elementos de confianza entre las filas de Auxilio UNAM?, ¿que sí podemos confiar en los elementos de base?, ¿o exclusivamente en los sindicalizados?, ¿qué clase de argumento es "no se puede confiar en los elementos de confianza" cuando tampoco confían en los de base?
Si decidimos que no podemos confiar en ninguno de ellos, bajo ninguna circunstancia, ¿por qué debemos confiar entonces en los ocupantes del Auditorio Justo Sierra?
Las consignas que gritaran esa tarde de vochos vilipendiados hacen pensar que los conciben como un riesgo latente de un modo infantil... Deben percibirlos más o menos así:
Los vochos, aunque ellos no lo hubieran querido, sí tuvieron una metamorfósis, se trató de la más venturosa y brillante jugada que al momento han llevado a cabo las autoridades universitarias. Sacaron a los vochos de ahí (y qué bueno porque están en proceso de extinción, la próxima vez que vea uno le fotografiaré) y los reemplazaron con esto:
Los espacios de la Facultad antes ocupados por vendedores ambulantes y después custodiados con vochos ahora son aprovechados para exposiciones de artísticas y científicas. La tarde del viernes 19 hubo un evento musical de mediano volumen y buena calidad promovido por difusión Cultural UNAM.
Como parte de otro proceso de limpieza, en este caso el que fuera resultado de la contingencia sanitaria, los pasillos de la Facultad ahora lucen así:
¿Qué será lo ofensivo en buscar que los espacios Universitarios luzcan como tales?
3 comentarios:
Hola! pues en verdad parecia que por fín ibamos a darnos un respiro del mercado que se habia convertido la entrada a la facultad, pero parece que no :( hay nuevamente vendedores (por la parada del pumabis y el telefono) y no sé si vallan a hacer nuevamente algo por quitarlos. ustedes saben?
Al menos yo no lo sé. Pero especularé al respecto:
Todo parece indicar que los vendedores que se han ubicado en los lugares que mencionas lo hacen bajo el resguardo y protección de los ocupantes del Justo Sierra.
En una notita que sacamos hace un mes, con un video tomado por los mismos integrantes del "movimiento estudiantil" (lo puedes ver aquí: http://gladiadoresdejustosierra.blogspot.com/2009/07/temen-ser-desalojados.html) se mostraba gracias a dicho video la bronca que armaron los ocupantes y simpatizantes en lo que aparentaba ser una defensa de los ambulantes, entre otras cosas. (Uno o dos días antes habían bloqueado unas horas el circuito escolar).
Días después pudimos ver los que transitamos con frecuencia por esos lugares que una parte importante del colectivo de ambulantes siguió su lucha, aunque tomando distancia de los ocupantes del Che Guevara.
Como sabemos, algunos vendedores llegaron a acuerdos con las autoridades (los que ahora venden en las "casitas"). Sin embargo desde el principio, cuando todavía no se resolvía esto eran los ocupantes del auditorio los únicos que seguín vendiendo chácharas. ¿Por qué sería? Aunque los miembros de los cuerpos de orden de la UNAM hacian su guardia correspondiente evitaron cualquier confrontamiento con los ocupantes. Sólo los veían.
Supongo que fueron órdenes de arriba, quizás las autoridades temen algún tipo de altercado grave con los okupas.
Ahora han llegado algunos vendedores más, y se acomodan en la proximidad de una de las entradas al auditorio. Por eso supongo que lo hacen con la protección o intimidación de los inquilinos del auditorio. Si es así, no creo que se vayan hasta que caiga la okupa.
Creo que toda la comunidad universitaria desea que saquen a los "okupantes" del auditorio ya que lo han convertido en un espacio para uso de unos cuantos. Creo que son unos exagerados, segun ellos todo es provocación, ademas de vagos, malvivientes, borrachos, drogadictos y parásitos son paranoicos ¿Cómo saben que los en los vochos había policías encubiertos? quiero decir que me dan asco los secuestradores del auditorio. Recuperemos es auditorio porque es de todos!!!
Publicar un comentario