miércoles, 24 de junio de 2009

Por su nombre los confundiréis

¿Quiénes son los secuestradores del Auditorio Justo Sierra? He sostenido que los secuestradores son parte de esa asociación delincuencial conocida como el CGH. He mostrado que CGH es solamente una denominación temporal a un proceso de infiltración política en la UNAM mediante grupos radicales. La denominación temporal del CGH tiene su vigencia desde 1999 y se pierde, con esporádicas reapariciones en público, al paso del tiempo. Finalmente, esos radicales que mantienen secuestrado al Auditorio Justo Sierra son de la misma estirpe que comenzó a ultrajar la autonomía universitaria tras los pactos políticos del populismo setentero con una parte de la disidencia ideológica de los sesentas; es decir, los radicales actuales son herederos de los radicales del 68, pero de los radicales que pactaron su manumisión burocrática con Echeverría. Cómo se dio este proceso es difícil explicarlo en pocas líneas; lo intentaré, en cambio, con el fluir de los días siguientes. Ahora, para no dar saltos tan notorios, me gustaría contar la historia de cómo llegó a pensarse que los actuales delincuentes que mantienen secuestrado el Auditorio Justo Sierra borraron su pasado cegehachero.
La UNAM fue liberada del ultraje parista el 6 de febrero del año 2000. El CGH, todavía ostentando esa denominación, resecuestró el Auditorio Justo Sierra el 4 de septiembre del mismo año. Poco más tarde, el lunes 23 de octubre, un grupo de delincuentes cerró la Facultad de Filosofía y Letras, durante 6 horas, para exigir la liberación de los “presos políticos” Roberto El Rocco Espinoza y Erika Zamora. El primero de los “presos políticos” fue preso en el Reclusorio Sur por participar en disturbios violentos a las afueras de la embajada de los Estados Unidos y por alterar el mural de David Alfaro Siqueiros en la CU, además fue absuelto, por falta de pruebas, de tráfico de mariguana y cocaína en las instalaciones de la FFyL; por su parte, la segunda fue presa en un penal de Guerrero acusada de participar en el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), relacionado con la matanza de Aguas Blancas. Según Josu Landa, quien a la sazón era secretario general de la Facultad, los delincuentes pertenecían a una asociación llamada Brigada Verde, grupo del que se deslindó el CGH moderado al considerarlo como la parte “ultra” del movimiento, grupo que en ese entonces mantenía secuestrado al Justo Sierra.
El martes 6 de febrero del 2001 un grupo armado de “activistas”, quienes en aquel tiempo se alojaban en el Auditorio Justo Sierra, entró a la Facultad de Ciencias Políticas a agredir a la comunidad universitaria. Se encaminaron hacia la dirección de la Facultad, tumbaron la puerta, sacaron a 32 personas (profesores, administrativos y personal), las condujeron al patio central, donde las desnudaron y las obligaron a sentarse en el suelo para que sintieran lo que los cegehacheros habían sentido el año anterior (según declaró Alejandro Echevarría El Mosh). Las acciones fueron ostentadas por el CGH, y no por una parte pequeña, o sea no sólo la “ultra”, sino por la parte que mantenía secuestrado al Justo Sierra.
El lunes 18 de junio de 2001, en medio de los trabajos en torno al Congreso Universitario el CGH decide cambiar sus nombres, porque su imagen “corta la posibilidad de luchar de las nuevas generaciones”. Así, como por magia, el CGH “deja de existir” y se disfraza de algo más, de lo que al tiempo convenga.
El miércoles 6 de febrero de 2002 se hace pública una división más entre los “ultras” del CGH. En medio de una protesta contra la guerra en Irak, en frente de la embajada de los Estados Unidos, Jorge Martínez Valero, quien había sido expulsado de la UNAM por la agresión de un año atrás, declara que la Brigada Verde, en ese tiempo secuestradores del Justo Sierra, había traicionado al movimiento, a los “enluchados”, el sector encabezado por Mario Benítez El Gato, quien de acuerdo a una entrada anterior está involucrado con cierto grupo político. Si esto es cierto, por aquel entonces había dos sectores “ultras” del CGH y ninguno utilizaba ya el nombre.
El 26 de junio de 2002 la Brigada Verde, grupo delictivo que tenía secuestrado al Auditorio Justo Sierra, da por terminada su ocupación y la cede al Movimiento Estudiantil Democrático. En declaración de Juan Gabriel Moreno, académico de la FFyL, para La Jornada del 24 de agosto de 2003 se afirma que el cambio de “potestad” sobre el auditorio es sólo un traspaso a los “cuates” de la Brigada Verde, es decir, que fue un cambio aparente, más de nombre que de grupo. En noviembre del 2002, producto de un enfrentamiento violento, los “ocupas” designados por la Brigada Verde pierden el dominio del Justo Sierra ante los nuevos “okupas”, porque -al decir de los segundos- “de todos lados venían a emborracharse, a debrayarse con su novia. Eran bueyes que fuman piedra. Agarraron el auditorio como lote baldío y lo hicieron la fortaleza del vicio”. Bajo la nueva “administración” el preocupante consumo de drogas disminuyó: “ya no se ingiere a diario, sólo cuando hay tocadas y eso por lineamiento de los colectivos que organizan” [las negritas son mías]. Los nuevos secuestradores ahora se hicieron llamar Okupación Che Guevara. Claro, aquí cabe la posibilidad de que realmente haya habido alternancia entre los grupos de secuestradores del auditorio, de que nada tengan que ver la Brigada Verde con la Okupación Che Guevara. En un boletín del 31 de mayo de 2005 los nuevos secuestradores exponen una de sus demandas: la libertad de su compañero Roberto Espinoza El Rocco. La misma causa que ostentó la Brigada Verde en octubre del 2000, el mismo compañero de dos grupos que podrían ser distintos, sólo podrían. Los medios, los fines, los modos y las costumbres de estas lacras son las mismas. Mantienen el secuestro del Auditorio Justo Sierra. No tienen derecho a hacerlo. Tenemos que recuperarlo.

4 comentarios:

Ivo Basay dijo...

Gracias por el recuento de la historia reciente, a veces tendemos a olvidar cosas importantes

Carlos dijo...

Se te olvido decir que el "Don Gato" es un trabajador de gobernacion, que el mosh ostento una candidatura para diputado local por el prd, que el valero junto con el belaunzaran y el inti trabajaron para el gobierno del df para la rosario robles, que el inti fue diputado local perredista y que esas lacras que tenain el auditorio eran o son auspiciadas por don sami ruiz, el pendejo cara de chambra y organizaciones sociales con intereses dentro de la unam, serapaz, cencos, fray fco de vitoria, fray ba, limmedh, entre otras agencias de colocacion de pendejos de "izquierda" vividores.

Námaste Heptákis dijo...

No sabía todos esos datos, Carlos, pero los investigaré y documentare. Muchas gracias por las pistas.

Tania dijo...

Jajajajaja, he leído con detenimiento el blog y... me parece que es un buen tema a debate sin embargo este comentario de Carlos... es digno de una carcajada!!
No puedo comprobar lo que dice de los ex huelgos pero lo de "organizaciones sociales"...¡va!
1. Las que enumera son organizaciones que defienden los Derechos Humanos(OJO: no se enfocan en la UNAM)
2.CENCOS se encarga de la defensa de PERIODISTAS no de estudiantes ni activistas
3. El CDH Fray Ba trabaja en CHIAPAS no en el DF
y
4. No son "agencias de colocación"

Con "informes" así hasta haces dudar de lo que dices de los exhuelgos. Infórmate chavo