Señores universitarios:
Somos universitarios a favor de la devolución de las instalaciones tomadas por diversos grupos en distintos planteles de la UNAM.
miércoles, 24 de marzo de 2010
Señores profesores y alumnos de la universidad:
Señores universitarios:
domingo, 21 de marzo de 2010
Los problemas nacionales, el gobierno y la asamblea
Realmente apoyaría a la administración del Justo-Che si ésta fuera la de las autoridades de la UNAM. Los pseudo revolucionarios no tienen credibilidad y la mayoría somos testigos del mal uso (lucrativo) que se hace actualmente del auditorio: ¡que regrese el auditorio de la Universidad para los universitarios!
Es una verdadera lástima que la Asamblea de la Facultad de Filosofía y Letras (conocida entre algunos como “la asamblea de las piedras”) no tenga un órgano oficial de información y prensa. O si lo tiene es una lástima que no sea eficiente. La mencionada asamblea se viene reuniendo desde hace algunos meses los jueves; haciendo uso de un buen bafle y la electricidad de la Universidad, se encarga de informarnos en ciertos momentos de sus inquietudes alrededor de los problemas de la Universidad y de la Nación. Digo que es una desgracia que carezca de ese órgano informativo pues al ser la “Asamblea de la Facultad”, los miembros de ésta merecemos estar mejor informados acerca de sus resoluciones, argumentos y propuestas.
En las democracias el único soberano es el individuo; sus derechos están fuera de la acción de las mayorías y de la ley misma. La idea del pacto social, resultado del mutuo sacrificio de la libertad, es errónea. El individuo no puede sacrificar un solo ápice de su libertad; el gobierno depositario de una suma de libertades sacrificadas, es un fósil de la antigua filosofía política… La libertad, decimos ahora, es un derecho, es el derecho por excelencia; todo derecho tiene un deber correlativo, este deber es el respeto al derecho ajeno, a la libertad de los otros… El gobierno, conforme a este contrato federal, es el encargado de velar por el respeto al derecho de los demás.
Se comprende, pues, cómo teniendo expedita toda su esfera de acción el individuo, cómo pudiendo asociar su fuerza con un número indefinido de otras, esta idea de clamar contra un gobierno que no hace nuestra felicidad, es exótica y sin significado propio en el idioma político de los pueblos libres.
1. "Los problemas nacionales y el gobierno", La Tribuna, México, 30 de enero de 1874. Reproducido en el tomo IV de las Obras completas de Justo Sierra, pp. 56-59.
miércoles, 17 de marzo de 2010
Palabras y hechos
Gandhi intentó desmontar el poder británico mediante la reafirmación de lo vernáculo (el khadi, por ejemplo) y lo logró. La acción gandhiana consistió en devolver al pueblo indio la confianza en su propia capacidad productiva, de manera que no dependiese de la profesionalización británica; en buscar medios adecuados de producción adecuada, basada en una regla simple: la productividad debe mantenerse en los límites de las necesidades. Acción sencilla y efectiva, la rebeldía de Gandhi no necesitó más que honestidad intelectual y práctica: una rebeldía que puede librarse de los valores de uso del mercado para encontrar sentido en la propia vida; rebeldía auténtica, finalmente. Es cosa digna de observar, para cuando quiera hacerse el análisis de la rebeldía de los secuestradores del auditorio Justo Sierra, que para su revolución, contraria a la de Gandhi, es imposible renunciar a los beneficios de la vida burguesa, i.e. su rebeldía es de papel; sólo así puede explicarse esa extraña coincidencia entre su berrinche ante el corte de la energía eléctrica y su apoyo al SME.
Los secuestradores del Justo Sierra afirman que orientan su acción con una finalidad liberadora, pero su irritación ante el corte del suministro eléctrico permite ver con facilidad que la liberación que buscan es de esa que requiere reflectores, que es una liberación dependiente de los servicios que los burgueses demandan del Estado, que para liberar a los otros dependen de aquello mismo de lo que los quieren liberar. De lo contrario, ante el corte del suministro eléctrico, los secuestradores del auditorio Justo Sierra hubiesen mostrado que podían continuar su acción liberadora sin la necesidad de las comodidades opresivas de nuestros días; pero no pueden, su propaganda libertaria sólo funciona en la molicie de los acomodados, su guerrita sólo es posible porque hay otros que los mantengan: son vividores que prometen manumisión al pueblo.
Enigmáticamente, aun cuando su declaración de principios afirma la oposición a las relaciones de obediencia-dominio y el rechazo al Capitalismo, en la práctica han venido a defender a los trabajadores afiliados al SME. ¿Se habrán dado cuenta que la compañía en la que trabajaban los afiliados a ese sindicato establece inevitablemente una relación de obediencia-dominio entre los clientes y los prestadores del servicio? ¿Que la industria eléctrica está indisolublemente ligada con la acumulación moderna de poder y capital? ¿Que el Capitalismo dominante tras la alianza por el desarrollo hunde sus raíces en el modo de explotación y producción que caracteriza a la industria eléctrica? ¿Que el sindicalismo con sello mexicano que caracterizó al SME motiva la acumulación de poder y capital? Si lo que realmente quieren es hacer acción liberadora, ¿por qué no preocuparse mejor por la promoción y el desarrollo de una vía energética blanda que devuelva la autonomía productiva al pueblo, a la vez que disminuye las posibilidades de acumulación de poder y riqueza? Aventuro una respuesta: porque su rebeldía no es verdadera, pues sólo son burguesitos jugando a la búsqueda de la libertad en el tiovivo de la revolución.
martes, 16 de marzo de 2010
RE: Veamos qué tienes que decir
...disculpe, señor disidente y punketo-mal-pedo, ¿sería tan amable de devolvernos el espacio que por derecho le pertenece al estudiantado, no sin antes limpiarlo y dejarlo presentable y decente, como hace algunos años?...
En esta y las próximas entradas podrán aparecer citadas al comienzo alguna de las participaciones de esta primera convocatoria. Estén atentos a lo que sigue. El que persevera alcanza.

Por supuesto que se siguen recibiendo sugerencias, no estamos arengando a la multitud, sólo estamos a la espectativa de quiénes están tan ansiosos como nosotros de tener al Justo Sierra y otros espacios de la Universidad de vuelta. Podemos esperar en silencio a que suceda algo, podemos imaginar que hacemos algo diciendo "autonomía", "autogestión" y "no-autoridades" en las asambleas. O podemos pensar en medidas creativas y efectivas para solucionar esto.
viernes, 12 de marzo de 2010
Veamos qué tienes que decir
Para el día de hoy y de mañana hemos convocado a un recital de voces de protesta. Protesta acerca de la situación actual del auditorio Justo Sierra de la Universidad Nacional.
lunes, 8 de marzo de 2010
¿Y dónde quedó el entusiasmo?
domingo, 7 de marzo de 2010
Twitter y Facebook
En cuanto al twitter, pueden seguirnos en http://twitter.com/guevaraosierra
La idea más bien es establecer vínculos a este sitio a través de esas redes sociales, pero no está de más invitarlos a seguir el proceso inverso.
miércoles, 3 de marzo de 2010
Las buenas acciones
Es cosa de agradecer que todavía haya gente bienintencionada en el mundo. También es cosa de agradecer que haya agrupaciones preocupadas por la educación. No ha de faltarnos, por supuesto, agradecer que además haya quienes actúen para reificar sus buenas intenciones educativas en el mundo. Lo que ya no sé es si hay que agradecer cualquier acción bienintencionada, o cualquier resultado derivado de ella. Sería bueno juzgar esas acciones. Buen ejercicio sería, por ejemplo, juzgar las acciones de los secuestradores del auditorio Justo Sierra. Por un lado, en su declaración de principios, afirman que su labor se orientará hacia lo educativo con una finalidad liberadora. Por otro, en el mismo documento, afirman que pretenden llevar la universidad al pueblo y el pueblo a la universidad. Detalle no menor, y que de alguna manera dificulta nuestro análisis, es que los secuestradores del auditorio Justo Sierra no dejan muy clara la definición de sus acciones, y mucho menos aclaran los destinatarios y participantes de las mismas –los «revolucionados», diría el maestro Luis González-, por lo que permanece en la obscuridad a qué parte del pueblo llevan a la universidad y qué parte de la universidad llevan al pueblo (sería bueno, dicho sea de paso, que informaran a la comunidad universitaria estos datos importantes, no tanto por principio democrático de rendición de cuentas, pues ellos no creen en eso, sino que les resultaría beneficioso mercadológicamente hablando), por lo que nuestro análisis, preliminar ha de proceder al tanteo. Veamos, pues, cómo es que los secuestradores del auditorio Justo Sierra están cambiando al mundo.
Usufructúan las instalaciones universitarias, ya liberadas del yugo represor del rector y las autoridades y sometidas al yugo liberador de la autogestión, para establecer un comedor comunitario vegetariano, una exposición gráfica anticapitalista, ciclos de cine, conciertos (y extraoficialmente se usa como bodega, motel y picadero, pero eso sólo lo dicen los malpensados, claro está). No veo de qué manera el comedor comunitario vegetariano educa y libera: comer lo hacen todos, tanto educados como ineducados o deseducados. Tampoco veo con claridad qué parte del pueblo satisfaría sus deseos de alimentos en el vegetarianismo, pues a veces me parece una necesidad clasemediera, para nada una condición del pueblo realmente pobre, de lo contrario no habría manera de explicar la desnutrición del campo. En cuanto a la exposición gráfica anticapitalista tampoco veo la labor educativa y liberadora, en cambio sí veo una labor panfletera y exhibicionista. ¿Qué parte del pueblo está interesada en una exposición gráfica anticapitalista? Pues la parte que puede darse el ocio suficiente para entrar a la grilla: uno que otro obrero escalador, uno que otro hijo de papi de los sectores medios de la modernidad mexicana, el estudiante consciente con morralito de lana y mata larga... Pero a esa parte del pueblo, la exposición gráfica anticapitalista ni le educa ni le libera, pues le dice lo que quiere oír, le repite lo que ya sabe, le acaricia la conciencia con lo que ya cree. Los ciclos de cine más o menos tienen el mismo problema. ¿Qué parte del pueblo asiste al ciclo de cine lésbico-gay? La parte moderna que se siente necesitada de expresiones liberadoras de las estructuras de control, los beneficiados de la explotación del campo que tienen tiempo suficiente para luchar por sus derechos. Y por último, los conciertos. No sé si la parte más necesitada de educación liberadora en México sea aquella que tiene tiempo y recursos para disfrazarse con los atuendos de concierto; creo que los realmente necesitados no tienen siquiera esa opción. Así, mientras no sepamos qué hacen realmente los secuestradores del auditorio Justo Sierra para educar y liberar al pueblo, podríamos concluir que sus acciones semejan más a un parque de diversiones para los señoritos urgidos de palpitaciones contestatarias, kindergarten para revolucionarios, que a un núcleo de actividad social comprometido con la educación y el bienestar del pueblo. ¡Disneylandia desde el Che!